Bendecido…
Ya
estamos en el proceso de transición del 2014 al 2015 y es tiempo para mirar el
presente y ser agradecido. Es el momento de tomar consciencia de todas las
Bendiciones que hemos recibido y que quizás no hemos sabido Agradecer…
Un
cuerpo agradecido es un corazón con contentura y está lleno de emociones
proactivas... Un individuo agradecido por todo lo que ha recibido, lo bendice,
lo cuida y lo disfruta, tomando consciencia de esa experiencia en su presente…
Ahora
bien, en estos tiempos que vivimos, cuidar y mantener un corazón agradecido es
un desafío…
¿Qué
hacer en estos tiempos difíciles y a la vez envueltos en esta hermosa magia
decembrina, para cuidarlo y cultivarlo?
Quizás,
darle una mirada a nuestra rutina y ver que nuevos hábitos podemos incorporar
para hacer más efectiva esta transición de año, en tiempos difíciles y con la
magia de Navidad, para Agradecer y Vivir en Gratitud:
- La Gratitud hay que hacerla consciente y a conciencia. La gratitud va más allá de obtener algo material, un ascenso o un logro en particular… La gratitud hay que sentirla en nuestro corazón en cada momento vivido y solo la encontraras cuando decidas intencionalmente hacerlo.
- Eres consciente de tus bendiciones al despertar cada mañana. Por ejemplo, un nuevo día, una cama caliente y fresca, una pareja, un hijo, una soltería, tu forma de ser único o ese talento especial que posees... tenemos tantas cosas maravillosas en la vida y nunca nos detenemos a mirarlas, si hiciéramos este ejercicio de mirarlas, de inmediato aparece la gratitud. Si lo hicieras en este momento te darías cuenta del potencial que tienes en tus manos para cambiar tu sentir y tu vida para siempre.
- Conéctate con tu presente que es donde están las respuestas. Deja de centrarte en lo que no tienes y no te desgastes pensando en lo que te falta o lo que no fue... Sino gerencias esas emociones del pasado y el futuro, te llenaras de frustración, tristeza y rabia.
¡Cambia
el foco y cambiarás el cómo te sientes…!
- Se humilde. Aprende a abrazar la Humildad, es un ingrediente esencial en nuestra vida y en nuestras relaciones, cuando la hagas consciente te llenaras de gratitud y tu corazón se llenara de satisfacción al reconocer los dones que posees…
¡Vivir
con humildad nos hace más humanos…!
- Aprende a recibir y a dar. Este principio sistémico te conecta con el equilibrio, observa y mira a los que tienen menos y como tú puedes aportar para que sean mejores personas o tengan mayor calidad de vida… ¿Qué podrías hacer en estos tiempos para que seamos mejores venezolanos, sin críticas, aceptando al otro como es y reconociéndolo sin juicios?
¡Se
agradecido y Bendice todo aquello que se presenta sin juzgar y al hacerlo
consciente sentirás el deseo de ayudar…!
- Cada vez que se presente una situación difícil di “Bendigo el Bien que hay en esa situación” Aprende a encontrar la gratitud en la dificultad. Mira lo que falta por aprender, que es lo que aún no has resuelto cuando la vida te pone a prueba frente a la pérdida de un familiar, la enfermedad, el fracaso. Todos pasamos por estas pruebas es parte del proceso de la vida, cuando lo aceptamos, lo reconocemos y lo bendecimos estamos transformando con nuestro poder nuestra manera de vivir…
¡Apreciar
los momentos difíciles puede ser la clave para encontrar las respuestas…!
Cada
vez que Bendices y Agradeces transformaras tu vida…
Se
humilde al reconocer que eres Bendecido…
Reconocer
al otro tal y como es… Es una Bendición…
Ahora
es el momento de cambiar tu rutina aprende a mirar a los demás y da gracias que
estén allí en este momento particular de tu vida!!
Un
abrazo y agradecido por vernos cada Domingo, les Bendigo por estar allí y
ayudarme a transformar mi vida… Gracias! Gracias! Gracias!
Escrito por Gustavo
Alviárez (1664614) / 07-12-14
Managment Sistémico Coach-Constelador Org/Flia
http://www.talentoinnovadorgustavoalviarez.blogspot.com
www.facebook.consteladores-coach_consultores.com
coach.1008@hotmail.com
@gustavoaan
Como siempre, excelente!... Tu invitación a reflexionar sobre lo que tenemos y a agradecer al Todopoderoso por ello, nos debe conducir a la tan anhelada paz espiritual.
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